Por Lisa Ramos (estudiante Voluntaria del proyecto gestores costeros)
La persistencia de elevados recuentos bacterianos en los vertidos costeros desde estudios realizados en 1977 hasta la actualidad demuestra la persistencia de esta problemática. Es por esto que es necesario que se haga cumplir la reglamentación de la Administración General de Obras Sanitarias de Buenos Aires vigente para vertidos industriales, pluviales y de los arroyos que atraviesan zonas pobladas, en especial de aquellos que vierten en zonas cercanas a áreas de uso recreacional.
Nuestra ciudad se enfrenta a una problemática ambiental de elevado riesgo ambiental, económico y sanitario. Debemos comenzar a remediar esta situación antes que sea demasiado tarde y las zonas de uso recreacional se conviertan en ambientes clausurados por la elevada contaminación.
La contaminación de las playas en nuestra ciudad no es un problema menor ni reciente. Según los distintos trabajos analizados, se observó un incremento progresivo de la contaminación fecal desde las playas del sur (Punta Cantera) hacia las del norte (Violeta).Este fenómeno se encuentra asociado a la presencia de descargas pluviales y/o cloacales en dichas zona. Dicha situación se agrava en el verano (diciembre-febrero), ya que la ciudad aumenta su número de residentes, y en consecuencia, sus desechos.
La persistencia de elevados recuentos bacterianos en los vertidos costeros desde estudios realizados en 1977 hasta la actualidad demuestra la persistencia de esta problemática. Es por esto que es necesario que se haga cumplir la reglamentación de la Administración General de Obras Sanitarias de Buenos Aires vigente para vertidos industriales, pluviales y de los arroyos que atraviesan zonas pobladas, en especial de aquellos que vierten en zonas cercanas a áreas de uso recreacional.
También es importante la realización de campañas de educación ambiental que concientice tanto al marplatense como al turista de esta problemática, los incentive a desarrollar ciertas costumbre de higiene tanto en el hogar como en las playas (tirar los residuos en los tachos no en las calles ni en la arena, bañarse en lugares permitidos, entre otras) y a ser parte de una solución desde el pequeño lugar que a cada uno le toca.
Nuestra ciudad se enfrenta a una problemática ambiental de elevado riesgo ambiental, económico y sanitario. Debemos comenzar a remediar esta situación antes que sea demasiado tarde y las zonas de uso recreacional se conviertan en ambientes clausurados por la elevada contaminación.
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